
El expresidente color vuelve a la actividad política «formal»
Ainiciativa de los viejos amigos del barrio», termina diciendo la invitación a un acto que este martes 15 encabezará el por dos veces presidente Julio María Sanguinetti en el límite de Sur y Palermo. El comunicado informa que, de esa manera, se inician las actividades del movimiento «Batllistas» y que en la calle Ejido 873 entre La Cumparsita y Cebollatí a las 19 y 30 horas se organizará una reunión abierta a los vecinos para que puedan escuchar a Sanguinetti y al dirigente Gustavo Osta.
En realidad, el breve comunicado dice más de lo que dice. En esas pocas lineas se informa que, tras una prolongada ausencia de lo que podría llamarse la política «formal», Sanguinetti vuelve a ponerse al hombro el sector de los batllistas más ortodoxos, aquellos que lo llevaron a la presidencia en 1985 y volvieron a impulsarlo hacia el poder en 1995. Sanguinetti ha dicho que, a sus 82 años, no aspira a una nueva candidatura presidencial, pero sí está dispuesto a encabezar una lista al Senado para fortalecer la opción batllista que, entre otros, integran los diputados Tabaré Viera, Conrado Rodríguez y Walter Verri, y el intendente de Rivera Marne Osorio.
Estos, y otros dirigentes, han recurrido a Sanguinetti por razones evidentes -es dificil encontrar en Uruguay otro político con la estatura intelectual y la experiencia del dos veces presidente- pero también por razones de fuerza mayor. Según informó este jueves el semanario Búsqueda, el economista Ernesto Talvi, quien se perfila como una nueva opción dentro del Partido Colorado, no aceptaría en su eventual sector a dirigentes pertenecientes a las alas tradicionales de esa colectividad.
Conscientes que el incierto destino de las precandidaturas coloradas puede dejarlos en una preocupante orfandad, los batllistas fueron a golpearle la puerta a Sanguinetti.
Fuentes cercanas al expresidente dijeron a El Observador que, aunque ya ha actuado como virtual portavoz colorado luego de la deserción de Pedro Bordaberry, de aquí en más su opinión será ineludible cuando se quiera saber de qué van los pasos futuros de la añeja colectividad.
Es más, hay dirigentes que se ilusionan con una fórmula presidencial Talvi-Sanguinetti que resuelva el dilema entre renovación y experiencia.
En los últimos años Sanguinetti ha sido expositor en el exterior y en lugares más o menos exclusivos del territorio. En las próximas horas, vuelve a los barrios.